Laura's

Desde hace algunos años en nuestro instituto se instalaron varias salas con ordenadores o pizarras digitales llamadas Aulas T.I.C. Otra cosa que también nos trajeron nuevas fueron portátiles que, se suponía, íbamos a usar cada alumno. Incluso nos instalaron un wi-fi en la clase y todo. Pues bien, no he visto ni rastro de esos portátiles.
Bueno, pero ese no es el tema. El tema sobre el que tengo que escribir es sobre la unión entre tecnología y educación. Sobre esto tengo que decir que me parece perfecto. Es más, en esta clase lo practicamos, y puede haber personas a las que no le parezca bien, pero a mí me parece genial. Aprendemos y nos divertimos a la vez, ¿no? El caso es quejarnos de todo. Si nada más que tomamos apuntes, nos quejamos. Pero si el profesor manda actividades y nos da un ordenador para que nos resulten más entretenidas, también nos quejamos. ¿No será que tú, en vez de hacer las actividades, te pones a ver cosas que no tienes que ver en vez de hacerlas? No voy a decir que yo no me meta en otras páginas, pero luego no me quejo diciendo "Es que no hacemos nada". No, no, ¡TÚ no haces nada! Porque yo hago mis actividades o lo que sea y si me sobra tiempo veo otra cosa. En fin, que nos dan la mano y cogemos el brazo...
Pues eso, creo que ya he dado mis argumentos: la tecnología es buena en las aulas siempre que nos enseñen a usarla bien, pero es mala cuando la gente no sabe usarla y encima la culpa es de otros. No sé al que esté leyendo esto, pero a mí me parece diez mil millones de veces mejor estar sentada delante de un ordenador escribiendo en un blog que copiando actividades del libro. Ahora, que si ponemos un trimestre esto en práctica, por ejemplo, como lo hacemos en Sociales (todos calladitos y escuchando), el profesor es muy aburrido, las clases también, y otro tipo de frases modelo que usamos para quejarnos.
¡Qué fácil es criticar...!